jueves, 25 de febrero de 2016

Citas de libros #2: Cartas de amor a los muertos de Ava Dellaira y Nocturna Ediciones

Hola lectores, las citas de la entrada de hoy proceden del libro Cartas de amor a los muertos de Ava Dellaira y Nocturna Ediciones. Lo terminé hace una semana en una lectura conjunta y me gustó mucho. 

A continuación os dejo algunas de las frases que más me han gustado o transmitido.


Desde que ella se fue, me cuesta ser yo misma 
porque no acabo de tener claro quien soy.
(Laurel)

Sus ojos eran como tu voz: llaves de un lugar 
que podía abrirse de golpe en mí.
(Laurel)

Usabas tu voz como una especia de pegamento
capaz de unir a tu familia. Y para evitar desmoronarte.
(Laurel)

-Creo que cuando pierdes algo a lo que estás muy
unido es como si te perdieras a ti mismo.
(Laurel)

Judy, he leído que tu primer recuerdo fue la música, 
la música que inunda los hogares. Un día, súbitamente, 
la música se escapó por una ventana. Y dedicaste 
el resto de tu vida a buscarla.
(Laurel)

Al vernos a todos juntos -Kristen, Tristan, Natalie, 
Hannah y yo-, me he dado cuenta de que hay una razón
por la que estábamos ahí: cada uno de nosotros es raro de un
modo distinto, pero al estar juntos esa rareza se vuelve
 normal. Y aunque haya muchas cosas que no pueda 
contarles, es agradable sentir que perteneces a un sitio.
(Laurel)

...no sabía cómo explicar que, tras la muerte de May,
lo único que yo quería era desaparecer. Y que mi 
hermana era la única persona con la que me había 
sentido capaz de desaparecer.
(Laurel)

Había una barrera entre el mundo y yo, un cristal demasiado
grueso para romperlo. Aunque hiciera nuevos amigos, jamás
llegarían a conocerme porque ya nunca conocerían a mi hermana,
la persona a la que más había querido. Y nunca sabrían lo que yo
había hecho. Tenía que acostumbrarme a permanecer al otro lado
de ese cristal inquebrantable.
(Laurel)

Sky hacía que me sintiera limpia, como cuando cae 
la primera nevada y lo cubre todo. Recordé la sensación 
de planear sobre los árboles, que en aquel momento 
murmuraban de forma agradable; era un susurro, el sonido 
de las hojas que se amarillean y preparan para caer.
(Laurel)

Lo cierto es que Sky me recuerda un poco a ti, porque es 
fuerte y siempre camina como si los obstáculos se apartaran 
a su paso. Pero también hay algo frágil aleteando en su interior, 
algo que busca desesperadamente la luz.
(Laurel)

Cuando estábamos terminando de aplanar la tierra, con las
uñas ya ennegrecidas, nos miramos a la vez y por un instante
fue como si nuestros ojos se tocaran con más proximidad
de la que podríamos tener físicamente.
(Laurel)

Bello joven, no puedes dejar morir tu canto
debajo de esos árboles que nunca están desnudos.
Audaz amante, nunca puedes besar por mucho
que a la meta te acerques; pero no te preocupes:
aunque no logres dicha, tu amada no se mustia,
¡la amarás siempre, y será siempre hermosa!
(Poema de John Keats)

Le gustaba hablar de cómo cambió todo cuando conoció
a mamá, porque de pronto comprendió por qué a veces
amar a una persona y formar una familia puede ser suficiente.
(Laurel)

Puede que en eso consista estar enamorado: te colmas de 
detalles sin sentirte nunca saciado, sólo más vivo.
(Laurel)

...hay un montón de cosas para las que las palabras no bastan, 
pero tenemos que hacer un esfuerzo.         
(Hannah)

Entre nosotros subyacía algo que parecía moverse, 
que se desplazaba como las placas tectónicas. 
Cuando crees que conoces a una persona, 
ves que cambia y tú mismo cambias constantemente.
(Laurel)

...en eso consiste estar vivo. En nuestro interior se mueven
placas invisibles que empiezan a alinearse para formar a la
persona en la que vamos a convertirnos.
(Laurel)

-Hay muchas experiencias humanas que desafían los 
límites del lenguaje. Esa es una de las razones por las 
que nos queda la poesía.
(Profesora Buster)

Ya no me sentí como si fuera una luz a la que se estuviera
pegando, tipo una farola o algún astro brillante; más bien,
sentí que ambos resplandecíamos por dentro. Que cada uno
de nosotros tenía su propia manera de conservar el calor.
(Laurel)

Hay veces que, cuando decimos algo, sólo oímos silencio. 
O ecos, como si estuviéramos gritando en nuestro interior. 
Y eso puede resultar muy solitario. Pero sólo sucede cuando 
no nos hemos molestado en escuchar de verdad. Eso significa 
que no estábamos listos para escuchar. Porque siempre que 
hablamos suena una voz. Y es el mundo, que responde.
(Laurel)




5 comentarios:

  1. Me encantó este libro aubque me dejó destrozada con tanto sufrimiento

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  2. Me encantó este libro aubque me dejó destrozada con tanto sufrimiento

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  3. Tengo muchas ganas de leer el libro. ¡Me encantaron las frases! Besos :)

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  4. La última frase me ha encantado, es tan cierta.. Ay,me apunto al libro porque me ha gustado mucho.


    Me quedo por tu blog :)
    Muakis, nos leemos!
    Elisa de http://pispajosmind.blogspot.com

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