domingo, 24 de abril de 2016

Citas de libros #5: Cortocircuito de Iris Mackenzie y Ediciones Kiwi

Buenas noches lectores, hoy os traigo las citas de un libro que me ha enamorado de sus protagonistas y me ha tenido intrigada hasta el final, Cortocircuito de Iris Mackenzie y Ediciones Kiwi.

Os dejo un enlace a la reseña: Cortocircuito


En un intento de animarme, me habían presentado 
a un amigo distinto cada fin de semana desde entonces. 
Por si te interesa, me decían. Pero ellos no entendían 
que era demasiado pronto para rehacer mi corazón y 
darle la oportunidad a alguien de no decepcionarme. 
Todavía no. Quizá en un futuro no muy lejano me 
plantease esa opción, pero prefería tomarme las cosas 
con calma.
(Ainara)

Nos detuvimos ante un semáforo que estaba en rojo. 
Entretanto esperábamos a que cambiase a verde, 
intenté mentalizarme que dependía de mí estar o no 
relajada y disfrutar de aquella tarde. Carpe Diem
me recordé. Era el lema que estaba intentando aplicar 
en mi vida en las últimas fechas. Aunque por desgracia, 
no siempre lo conseguía.
(Ainara)

Y menudos ojos... Eran de un verde brillante y estaban 
enmarcados por unas pestañas negras y rizadas. 
Lo primero que pensé fue que se había aplicado Rimmel, 
pero deseché la idea cuando escruté el resto de su cara. 
No era maquillaje, estaba al natural. Se trataba de un 
chico moreno con el pelo ligeramente peinado hacia 
atrás con gel fijador, de boca carnosa y mandíbula 
cuadrada con barba de un par de días. Era de altura 
considerable, un par de años mayor que yo y estaba 
para mojar pan y rebañar el plato.
(Ainara)

Algo en él me atraía y me incomodaba a partes iguales. 
Teniendo en cuenta que era la primera vez que lo veía, 
eso decía mucho de él y de mí. Estaba como un gato 
panza arriba, buscando defenderme ante todo y ese día, 
él era mi ratón.
(Ainara)

-En este mundo no existen las coincidencias... -dijo 
Lucas mientras apuraba su batido. En el vaso podía 
verse que ya quedaba más hielo que líquido.
-... solo lo inevitable -añadí yo. Lucas había introducido 
de forma natural una frase de uno de mis animes favoritos: 
Sakura, Cazadora de Cartas de CLAMP. Me sorprendió 
porque el shoujo no solía ser el género más visto por los 
chicos.
(Lucas y Ainara)

-¡Tendrías que ver las maravillas que hace con esas 
manos! -comentó Andrea en un intento de seguir 
participando en la charla y no terminar desconectada. 
Pretendía ensalzar mis virtudes artísticas, pero dicho 
así parecía referirse a otro tema y con segundas.
-Estoy seguro que muchas. -Lucas se bajó las gafas y 
se mordió el labio inferior de tal forma que me atraganté 
con la bebida. Lo estaba haciendo a posta para hacerme 
rabiar.
(Andrea y Lucas)

Quise evitarlo, pero no pude: me quedé mirando 
embobada lo bien que le sentaban los pantalones. 
Le hacían lo que en mi pueblo se conocía como un 
"culo melocotón".
(Ainara)

"si quieres que algo se haga bien, hazlo tú mismo"
(Ainara)

-Un día -propuso de forma tajante.
-¿Quieres que espere un día? Si acabo de decirte que 
no tengo tiempo. Las clases están a la vuelta de la esquina...
-Te lo acabo de decir, quiero un día tuyo.
(Lucas y Ainara)

-Prefiero un libro, la verdad. He empezado una historia 
interesante sobre una chica que se enamora y siente 
auténticas mariposas en el estómago cada vez que ve a 
su amado.
(Ainara)

-(...) Somos dos extraños destinados a cruzarse.
-Cada uno escribe su destino con las cosas que hace 
diariamente. Si nos estamos encontrando tanto, es 
porque los dos queremos.
(Ainara y Lucas)

Manteníamos un auténtico tira y afloja de agudeza mental. 
Intentábamos desarmar al otro constantemente, pero 
acabábamos en tablas, como si de una partida de ajedrez 
se tratase. Y me encantaba.
(Ainara)

-(...) Me gusta creer en lo que para otros parece improbable.
(Lucas)

Realmente me había divertido a su lado, pero necesitaba 
apartarme ahora que era posible. Necesitaba proteger mi 
corazón para no sufrir otro cortocircuito.
(Ainara)

-Aquí hay algo, depende de ti que ambos podamos 
descubrir qué es exactamente. Si pones la tirita antes 
de la herida te estás impidiendo probar. Y algo tengo 
claro: me he arrepentido más veces de las cosas que 
no he hecho por miedo o dudas, que de las cosas 
que sí, independientemente del resultado.
(Lucas)

No solía ser impulsiva, pero había algo en Lucas que 
conseguía que perdiese los papeles con facilidad.
(Ainara)

-Quiero que te enamores de mí. -Me sostuvo por los 
hombros, obligándome a mirarle -. Quiero algo entre tú y yo.
(Lucas)

-Ojalá pudiera explicar con palabras lo que tú provocas 
en mí. No es simplemente una atracción física. Estoy 
enamorado de ti, fue un flechazo. Todo lo que diga de 
más, puede ir en mi contra porque no sé qué sientes tú.
(Lucas)

-(...) Mis sentimientos no cambian por lo que hagan 
terceras personas, independientemente de que esas 
terceras personas tengan intención de separarnos.
(Lucas)

-Sí, quiero salir contigo. Pero sobre todo quiero ser 
feliz a tu lado.
(Ainara)

-¿Me estás pillando las llaves del coche el mismo día 
que te vienes a vivir a mi casa? Nena, tú sí que vas 
rápido. Espero que no me vayas a pedir matrimonio 
mañana. -Se burló mientras sostenía la puerta abierta 
para mí.
(Lucas)

-Por aparecer en mi vida para volver los momentos 
amargos en los más dulces. Por aceptarme en tu 
apartamento con los ojos abiertos y en la misma 
noche acompañarme a buscar a mi amiga desaparecida. 
Por ser mi guía por los rincones ocultos de Sevilla y 
estar dispuesto a darme un paseo por el Guadalquivir 
en un catamarán aunque el plan puede que se haya 
visto interrumpido por las circunstancias. Pero sobre 
todo por conseguir que me vuelva a enamorar de nuevo. 
Nunca creí que volvería a tener este sentimiento 
maravilloso y tú me lo has devuelto, aunque no sea el 
instante más oportuno prefiero decírtelo ahora y no en 
cualquier momento, que pueda ser tarde. Te amo, Lucas 
Olivera. Desde el momento en el que nos cruzamos en el 
cine algo me gustó de ti, y a medida que te he ido 
conociendo me he ido colando por ti. Pero especialmente 
lo he comprobado cuando me sacaste de la camilla en 
brazos hace un rato, frente a las narices de mi ex. Ahí te 
quise especialmente porque me di cuenta de que Fernando 
ya no significaba nada para mí, que ya había conseguido 
borrar cualquier sentimiento de amor por él. Tú me has 
robado éste corazón que late más rápido de la cuenta la 
mayoría de los días y solo tú me estás ayudando a salir 
adelante. Te amo 3,14159...
-¿3,14159? -preguntó bloqueado ante mi declaración.
-Es el principio del número Pi, del que se conocen muchos 
decimales, pero no todos los posibles. Este amor que siento 
por ti es solo el comienzo, no tiene límites. Es infinito -confesé.
(Ainara y Lucas)

-Te amo, desde el primer día que te vi y lo sabes. Y te 
amo más cuando decides abrirte y contar lo que pasa 
por aquí dentro. -Me puso una mano en el pecho, a la 
altura del corazón -. Te amo tanto, que te volvería a 
hacer el amor aquí mismo una y otra vez hasta el amanecer, 
pero sé que no estás en plenas facultades y voy a esperar 
que la tormenta pase. Porque ten por seguro que no vas a 
superarla sola. Aquí me tienes, siempre que me necesites.
(Lucas)

Tenía que reconocerlo: era un puto loco, pero dibujaba 
como los ángeles.
(Ainara)

"La suerte nunca se olvida"
(Ainara)



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