jueves, 7 de abril de 2016

Citas de libros #4: Fuego y espinas de Victoria Vilchez y Ediciones Kiwi

Buenas noches lectores, hoy os traigo las citas de un libro que me ha gustado mucho y sorprendido, y es que la autora es una experta en ello, Fuego y espinas de Victoria Vílchez y Ediciones Kiwi.

Os dejo un enlace a la reseña: Fuego y espinas



Su respuesta sigue sin llegar, así que tiro del cordón
del neopreno que llevo puesto para bajar la cremallera.
(...) Tras un breve forcejeo, me lo bajo hasta la cintura,
dejando al descubierto la parte superior del bikini azul
que llevo debajo.
-¿Es una invitación?
-No -respondo tajante.
-Lo parece.
-Créeme, no lo es.
(Siah y Stone)

Nunca me gustó Stone, me parecía un muchacho siniestro
en su momento y me lo parece ahora, pero su olor a lluvia, 
tierra húmeda y bosque me llena de repente en la nariz y
hace que algo se remueva en mi interior.
(Siah)

Lo primero que hace Stone al entrar en la terminal es irse
directo hacia una gran jardinera que decora uno de los 
restaurantes de comida rápida. Lo observo con curiosidad 
y no puedo evitar abrir los ojos como platos cuando restriega 
las manos contra la tierra de esta y acaricia las hojas de las plantas.
-Eres un poco rarito. -Es todo lo que se me ocurre decir cuando 
se sitúa a mi lado.
-No soy yo el que ha cerrado los ojos durante el despegue y se ha 
puesto a sonreír como un enajenado mental. Deberías haberte visto.
(Siah y Stone)

-¿Me estás tomando el pelo?
-No es el pelo precisamente lo que me gustaría tomar de ti -contesta 
él, con tono socarrón.
(Siah y Stone)

Contengo el impulso de acercarme hasta la cama para 
coger la camiseta que he dejado sobre ella antes de 
meterme en la ducha, reacia a mostrar ninguna debilidad 
ante él, y aguanto el análisis profundo al que me está 
sometiendo. (...)
-Siento no haber anunciado mi visita -dice cuando termina 
su escrutinio, y sé que no se arrepiente en absoluto-, aunque 
veo que ya me estabas esperando.
(Siah y Stone)

Al girarse, casi deseo haberme mordido la lengua. La ira 
brilla en sus ojos. Es como si un huracán furioso se hubiera 
colado en la habitación y me zarandeara de un lado a otro. 
Dentro de mí todo se agita, mi estómago se contrae y mi 
corazón emprende una carrera frenética hacia ningún lugar.
-Te queda mucho por aprender antes de poder amenazarme, 
Siah -comenta entre gruñidos -. No vuelvas a hacerlo hasta 
que seas capaz de cumplir con tus palabras.
(Siah y Stone)

Su tono destila violencia, lo que provoca que se enciendan 
en mi interior todas las alarmas que hasta ahora habían 
permanecido silenciadas. Antes de que sea consciente de lo 
que hago, mi rodilla se eleva y golpea con fuerza su entrepierna. 
El impacto hace que Stone pierda el equilibrio y se desplome de 
rodillas sobre el suelo.
-No me subestimes. -Escupo las palabras mientras contemplo 
cómo se retuerce.
(Siah)

Su pecho está contra el mío y mi vestido comienza a mojarle 
a camiseta. Noto la calidez de su aliento sobre mis labios. 
Huele a menta.
Puedo sentir cada latido de su corazón y el mío, traidor, sacopla 
a su ritmo acelerado. Las manos me hormiguean y, sin ser 
consciente de ello, he cerrado los ojos para aspirar su aroma.
(Siah)

-Quiero verla -exijo, sin apartar mis ojos de los suyos.
Las comisuras de sus labios se elevan.
-Pensaba que no me lo pedirías nunca.
Murmuro varios insultos entre dientes, aunque lo que en 
realidad me apetece es estrangularlo hasta que esa sonrisa de 
superioridad desaparezca de su rostro.
-La brecha -añado, suspirando con resignación -, me refería 
a la brecha.
(Siah y Stone)

-Mira allí -me ordena, y señala un gran olmo que a mí no 
me parece muy diferente del resto.
-Vale, hay un árbol. ¿Y qué? Por si no te habías fijado 
estamos rodeados de ellos.
Farfulla algo entre dientes que no entiendo, pero no tiene 
pinta de ser agradable.
-Concéntrate, ¿quieres? Joder, eres peor que un simple humano. 
¿Qué mierda le han hecho a tu cerebro?
-A mi cerebro no le pasa nada, eres tú el que parece tener 
un problema de excesiva imaginación.
Su mirada me recorre de arriba a abajo.
-Si yo te contara -repone con expresión lujuriosa.
(Stone y Siah)

Sería una idiota si no reconociera que, a pesar del carácter 
prepotente y vanidoso de Stone, hay algo que se revuelve 
con frenesí en mi interior cuando él está cerca. El deseo 
es algo muy puñetero, y yo siempre tiendo a desear lo que 
no debería.
(Siah)

-Sí, sí que lo eres Siah -me contradice él, pronunciando mi 
nombre con tanta dulzura que mis ojos se desvían de 
inmediato a sus labios -. Sigues a la espera de experimentar 
esa conexión que te empuje de manera inevitable, ese hilo 
invisible que te una a otra persona y elimine cualquier duda. 
Crees que tiene que ser "mágico", que él será capaz de traspasar 
las barreras que tu falta de confianza ha erigido en torno a tu corazón.
(Stone)

El espectáculo es cautivador, aunque me avergüence reconocerlo. 
No se trata del hecho de que dos tíos -dos tíos que están muy 
buenos- se peguen por mí, sino de la danza que se está llevando 
a cabo ante mis ojos, algo que parece sacado de algún ritual 
ancestral. Y sin embargo, mucho me temo que en esta batalla 
no hay regla alguna ni golpes de cortesía.
(Siah)

-Tienes pelo -apunto, cuando al fin caigo en la cuenta.
Él se lo despeina con una mano y aparta la vista avergonzado. 
El cabello rubio, que ahora puebla su cabeza y antes de mi siesta 
era inexistente, le ha crecido al menos cinco centímetros y se 
alborota en todas direcciones. Le da un aspecto de chico travieso, 
a juego con la sonrisa que me está dedicando.
-Creo que lo echaba de menos -admite, encongiéndose de hombros.
-¿Cómo lo has hecho? -A pesar de todo parece que conservo la 
capacidad de sorprenderme.
-Soy un dríade, podemos hacer crecer prácticamente cualquier 
cosa -explica, y su tono descarado me obliga a forzar una sonrisa, 
que a su vez hace que la suya se amplíe (...)
(Siah y Liam)

-Si lo desatas, no podrás controlarlo tú sola. Tendrás que 
confiar -farfulla en voz baja -. Fe, todo gira en torno a la fe.
(Riala)

-No sé si puedo corresponderle.
-Si tienes siquiera que planteártelo lo más probable es que 
no -sentencia ella -. La atracción entre los nuestros es 
bastante visceral, algo que nace de muy profundo pero que 
lo ocupa todo en nuestro interior.
(Siah y Daniela)

-Mantente alejado de ella -lo amenaza Liam -, ya tienes 
lo que querías.
-¿Y tú no? -replica Stone -. Parece que estabas deseando 
jugar al hada madrina y meterle en el cuerpo tu varita mágica.
(Liam y Stone)

-Espero que recuerdes eso cuando lo hayas perdido todo, 
cuando no te quede nada y lo único a lo que puedas aspirar 
sea a que el tiempo amortigüe el dolor de tu desesperanza, 
para darte cuenta de que eso ni siquiera es posible porque 
te han robado incluso lo que nunca has llegado a conocer.
(Stone)

-No esperes que te diga que no te convengo o que te suelte 
un elaborado discurso sobre lo mal que acabará todo esto y 
las razones por las que no deberíamos estar besándonos -me 
dice sin rastro de burla en la voz -. No hay nobleza en mí y 
tampoco tengo alma de mártir.
(...)
-¿Qué es exactamente lo que tratas de decirme? -exijo saber.
(...)
-Que no voy a dejarte ir, que no pienso olvidarme de ti o 
castigarte con una fingida indiferencia. (...) Que si te vas, 
te perseguiré. Da igual la distancia que te atrevas a interponer 
entre nosotros o las barreras que creas que puedes levantar 
para escapar de mí. Si alguna vez he sentido algo por alguien, 
si alguna vez una persona ha conseguido escarbar en mi 
corazón maldito, esa has sio tú, Siah. Nadie más que tú. 
Y puede que eso acabe por destruirme o que nos destruya 
a ambos. ¡Qué diablos! -exclama elevando las manos y 
soltando una carcajada siniestra -. Puede que incluso 
destruya ambos mundos...
(Stone y Siah)

-Las palabras son todo lo que me quedan, Siah -susurra 
con la voz ronca, no sé si de rabia o de deseo.
(Stone)

La situación me desborda y, embriagada por la magnitud 
de lo que estoy descubriendo sobre él, las lágrimas corren 
ya por mis mejillas.
(Siah)

Porque si nos quitan la posibilidad de amar, ¿qué nos queda? 
Nunca he pensado en todo lo que hay asociado a esa emoción, 
de cuántas otras percepciones se entrelazan de forma íntima 
con ella y lo que hacen de nosotros.
(Siah)

Mi mente se divide entre el odio que siento por él y la atracción 
que ejerce sobre mí, y eso hace que le deteste incluso más 
porque no sé en qué lugar nos deja todo esto.
(...)
Y aun así, todo lo que deseo ahora mismo es estar aquí, 
entre sus brazos. Y admitir eso no podría ser más doloroso.
(Siah)

-Lo peor no es no poder amarte, Siah -gruñe, inclinándose 
sobre mi rostro -. Lo peor de todo es saber que te amaría 
si pudiera, que te entregaría mi alma y mi último aliento 
si me lo pidieras. No te imaginas lo que es mirarte y que 
la sensación de no sentir nada me destroce por dentro, y 
que lo único que consiga cada vez que estoy cerca de ti es 
que ese agujero de mi interior no deje de crecer y consumirme.
(Stone)

(...) Sé que te amo, Siah. Más que eso. Soy tuyo. Y aunque 
jamás podamos estar juntos, nunca podré dejar de pertenecerte.
(Stone)

-Estaré ahí para ti -asegura, y me da un beso en la 
frente -. Puede que me comporte como un gilipollas 
y que más de una vez desees patearme el culo, pero 
seguiré siendo tu Dalhar.
(Stone)

-No me preocupa lo que él sienta por ti, me destroza la 
idea de que tú puedas sentir algo por él. De que todos los 
huecos y cicatrices que hay en mi interior  te empujen a 
correr a sus brazos y yo no pueda hacer nada por evitarlo. 
(...) Él está completo y yo no soy más que un puzle imposible 
de recomponer porque le faltan piezas.
(Stone)

-(...) ¿Alguna vez has conocido a alguien y has sentido que 
encajáis de una manera que ni siquiera creías posible? 
¿Que rellena huecos y cierra tus heridas? Da igual cuánto 
te esfuerces por alejarte, todo te lleva hasta él y en el fondo 
sabes que tú quieres que sea así. Y lo único que te queda 
por hacer es entregarte a esa persona porque si no lo hicieras 
el dolor sería insoportable.
(Siah)

-Quiero que estemos aquí, quiero que esta vez sea de verdad. 
Aquello es un sueño que nunca podrá volver a existir y tú eres
 mucho más que eso. El dolor lo hace más real que ninguna 
otra cosa que haya sentido jamás. Esta eres tú y esto es lo que 
queda de mí. Y por mi parte no podría imaginar nada mejor.
(Stone)

-Quiero hacerte el amor. Una vez, y otra, y otra... -gime, y su 
respiración se acelera -. Hasta que lo único que sea capaz de 
percibir sea tu sabor en mi lengua y el tacto de tu piel bajo mis 
manos. Hasta que te conviertas en mi mundo y todo lo demás 
no sea más que un sueño. Hasta que solo existas tú.
(Stone)

-Alehar -sollozo, y una lágrima resbala por mi sien y cae sobre 
la cama.
Otra le sigue al comprobar que la humedad se acumula también 
en los ojos de Stone. Y sé que jamás podré experimentar un 
momento tan mágico como este.
(Siah)

-Cada hora de cada día de cada año que he vivido ha merecido 
la pena solo para llegar hasta ti, sin importar el sufrimiento o la 
soledad que he padecido. (...) Quiero que lo sepas. Pase lo que 
pase, nada podrá cambiar eso.
(Stone)

-Te amo, Dalhar. No imaginas de qué forma. Más incluso de lo 
que yo mismo creía.
(Stone)

-Tú también te has entregado a mí. Alehar, ¿recuerdas? -señalo, 
y él suelta una carcajada.
-Yo me rendí ante ti hace mucho tiempo, Dalhar. Solo que no 
lo sabía.
(Siah y Stone)

-(...) No busco caerle bien a nadie. Solo quiero que me permitas 
estar a tu lado hasta que mi corazón se detenga.
(Stone)

-(...) Me repetía que no eras nada, solo un recipiente que albergaba 
lo que yo necesitaba, pero no podía evitar desear que fueras tú la 
que me hiciera sentir algo. Tenías que ser tú.
(Stone)




5 comentarios:

  1. No me importaría leerlo, me gustan las citas ^^

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    1. La historia lo merece, es una de las cosas que más me gusta de Victoria, ya sea por su manera de escribir o sus personajes, engancha mucho. Además, Stone es un personaje muy adictivo, para darle un par de tortas en algunos momentos, pero en el fondo un trozo de pan :D

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  2. Me ha encantado la entrada!!
    Un saludo!! :)

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  3. Buenas citaas! tengo ganas de leerlo <3

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